Evaluar o evitar problemas de balance de nutrientes es muy importante para obtener los mejores productos de la tierra.

 

Los suelos son la fuente de trece de los dieciséis nutrientes esenciales, Por ello es de vital importancia tener un conocimiento preciso del estado de nuestra tierra. Las plantas absorben los nutrientes disponibles, que pueden ser abastecidos de nuevo con fertilizantes. 

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Para lograr buen rendimiento y calidad, el equilibrio de los nutrientes debe ser mantenido, antes, durante y al finalizar la siembra.

 

El desequilibrio de los nutrientes puede resultar en deficiencias, toxicidades o descompensación de otros nutrientes.

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Esto puede resultar en estrés hacia los cultivos, causando disminución en la calidad y en el rendimiento.  

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El análisis de suelo se divide en tres etapas:

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1.- Muestreo: Tomamos muestras del suelo, evitando la contaminación o alteración para enviarlas al laboratorio.

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2.- Análisis del suelo: La muestra envasada, identificada, se procesa en el laboratorio para definir la cantidad de nutrientes que posee y se realiza un análisis detallado, para establecer la solución. 

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3.- Elaboración de un plan de fertilización. De acuerdo a los datos del análisis, entregaremos un plan de fertilización para mejorar la calidad de la tierra.